La Organización Mundial de la Salud, de una manera explícita y urgente, ha dirigido los focos a uno de los mayores desafíos que, como sociedad, resulta prioritario afrontar. Para ello, es fundamental que se garanticen la visibilidad, el esfuerzo y el compromiso requeridos para avanzar en este ámbito y, sobretodo, en no dejar a nadie atrás.
En la sociedad post-COVID, la salud mental se ha convertido en un desafío todavía mayor que en el momento álgido de la pandemia. Las evidencias actuales, así como la producción científica de épocas anteriores, muestran bien a las claras que los problemas de salud mental se incrementan significativamente tras eventos como los vividos. Duelo, ansiedad, abuso de substancias, depresión, suicidio, estrés postraumático… La prevalencia global de los problemas de salud mental alcanza el 12%, con más de 800.000 muertes anuales por suicidio y un impacto económico de más de un trillón de euros. Estas impactantes cifras, se vuelven todavía más dramáticas considerando que de esos 1.000.000.000 de personas con problemas de salud mental, el 80% no recibe el tratamiento que necesita, concentrándose esta ausencia de ayuda en los colectivos más vulnerables.
Además, es importante recordar que, la salud mental no solo afecta a los adultos, sino que también impacta en la infancia y adolescencia. De acuerdo con datos de la Cruz Roja, aproximadamente el 20% de los menores y jóvenes padecen algún trastorno de salud mental. De hecho, cerca del 50% de dichos trastornos se manifiestan en etapas tempranas, específicamente antes de cumplir 14 años.
A esto se añade otro desafío: la falta de especialistas en salud mental. Según cifras de nuevo de la Cruz Roja, esta proporción varía desde menos de dos profesionales por cada 100.000 habitantes en países de bajos ingresos hasta más de 70 en países de altos ingresos. En el sistema de salud público español, hay seis psicólogos por cada 100.000 habitantes, lo cual representa un tercio del promedio europeo.
Todos estos datos muestran una fotografía compleja de la realidad diaria de aquellas personas que padecen patologías relacionadas con la salud mental.
Soluciones de Realidad Aumentada y Mixta para apoyar la terapia
Para el grupo de investigación en HCI, Interacción Persona-Computador, del Instituto Tecnológico de Informática, la tecnología siempre es un medio al servicio de las personas y no un fin. En este caso en concreto, a través del proyecto Arcadia, financiado por el IVACE, se
El objetivo de Arcadia es explorar el diseño y desarrollo de experiencias de gamificación y juegos serios en entornos de Realidad Aumentada y Realidad Mixta, enfocados en mejorar la salud mental y el bienestar. La meta consiste en crear experiencias inmersivas que puedan complementar o acompañar la terapia, utilizando estrategias de juego para potenciar los beneficios de estos sistemas. Por ejemplo, la gamificación y los juegos serios pueden incentivar al paciente a emplear el sistema, aumentar su compromiso con el tratamiento y fomentar cambios en hábitos o la toma de conciencia mediante estas dinámicas. Para lograr esto, se han recogido técnicas y trabajos previos, identificado las demandas reales de los principales agentes e investigado acerca de cómo integrar elementos de juego (gamificación) en entornos de realidad extendida (XR), más concretamente en Realidad Mixta (RM).
La RM es una tecnología que combina elementos del mundo real y virtual para crear una experiencia enriquecida e interactiva. En este tipo de realidad, los objetos digitales y físicos coexisten y pueden interactuar entre sí en tiempo real. A nivel experiencial, permite a los usuarios sumergirse en un entorno que fusiona la realidad con elementos virtuales, ofreciendo una experiencia más cercana e intuitiva en comparación con la Realidad Virtual o Aumentada por separado. Por su parte, la gamificación, al incorporar elementos como puntos, niveles y recompensas, fomenta la participación del usuario, la motivación y el cambio de comportamiento. En el contexto de la salud mental, las actividades gamificadas pueden hacer que el proceso de aprendizaje de estrategias de regulación emocional sea más agradable y accesible.
Arcadia permite ampliar los límites del tratamiento de salud mental
A través de este proyecto y de la colaboración con entidades asociadas, se pretende proporcionar a los profesionales de la salud mental nuevas herramientas para, por una parte, extender la consulta más allá de los límites físicos y temporales de la misma, haciéndola disponible en prácticamente cualquier sitio y momento, mientras que, por otra parte, permitirán llevar la terapia a más gente, superando barreras como el estigma social o la baja adherencia a tratamientos repetitivos.
Uno de los elementos claves en las actividades basadas en juegos y XR de Arcadia, es la regulación emocional. Un aspecto crucial de la salud mental que permite mantener un equilibrio saludable a nivel de sentimientos y se refiere a la capacidad de las personas para reconocer, comprender y manejar sus emociones, lo cual es esencial para mantener el bienestar y fomentar la resiliencia frente al estrés.
Por este motivo, Arcadia, constituye un espacio seguro donde fomentar la auto-empatía y el propio conocimiento emocional a través de actividades gamificadas, siempre en el contexto de una terapia supervisada por un profesional y con seguimiento por parte del mismo.
En definitiva, es fundamental que aprovechemos el potencial de las tecnologías para ponerlas al servicio de las personas de modo que sirvan para reducir brechas y no para agrandarlas.
“El que mira hacia afuera, sueña; el que mira hacia adentro, despierta».
Carl Gustav Jung