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Si no eres visible en la red, no existes. Así de tajante y de real. Puedes ser la mejor data scientist o el mejor experto en big data pero si cualquier persona te busca en internet y no te encuentra, no existes.

Desde que podemos trabajar nuestra identidad digital, tenemos un mundo de posibilidades, y ya no solo para buscar trabajo, sino para construir esa reputación digital que tiene que hablar de nosotros cuando no estemos delante. Porque no podemos dejar que lo que otros piensan de nosotros, sea nuestra imagen en la red.

Llevo ya unos cuantos años explicando la importancia de construir una identidad digital fuerte que explique claramente qué somos, qué hemos hecho en nuestra carrera profesional, cuáles son nuestras inquietudes y qué buscamos profesionalmente, tengamos un trabajo estable o estemos buscando un cambio profesional. Todavía me encuentro en las clases a personas que no quieren hacer este trabajo, que no quieren que se sepa nada de sus vidas, que no quieren ser encontrables. Y es un error. Si solamente encuentro opiniones de terceros cuando haga una búsqueda con tu nombre en internet, mi opinión de ti será la que otros hayan dejado en la red.

Hay otra razón poderosa para construir la identidad digital y es que nos va a ayudar a tejer un red de contactos profesionales que pueden dar un impulso a nuestra carrera profesional. Hoy en día, vales lo que vale tu red porque son las conexiones que tienes con otros profesionales las que amplían tu valía y tus posibilidades de crecer. Un ejemplo: necesitas escribir un artículo sobre el papel de las tecnologías emergentes en caso de pandemia mundial. Además de apoyarte en tus compañeros y compañeras, puedes apoyarte en tu red de contactos online. Si has trabajado para construir una red potente, en cualquier momento vas a poder solicitar que miembros de esa red colaboren contigo consiguiendo que tu artículo este nutrido de opiniones y aportaciones de expertos de cualquier parte del mundo.

Pasos para construir tu identidad

Lo primero que debes haces es decidir qué es lo que quieres contar de ti. No solo tu trayectoria profesional, sino lo que te hace diferente, lo que destaca de tu manera de hacer. Es lo que llamamos marca personal. Para dar con ello, es necesario hacer algún ejercicio de autoconocimiento para lo que te pueden resultar útiles herramientas como un Dafo personal o la herramienta de generación de modelos de negocio, pero aplicada al entorno personal.

Después has de elegir en qué plataformas o redes vas a ser visible y a construir esa identidad, qué contenidos vas a publicar y para qué audiencias.

Si no tienes mucho tiempo, es mejor que no despliegues tu presencia en muchas redes si no vas a poder atenderlas todas por igual. Esto no va de subir fotos y completar perfiles en redes sociales y ya está, sino que hay que alimentarlas, porque esas contribuciones son las que van a hablar de ti, de tu trabajo y de tu conocimiento. Y las que te van a permitir construir red.

Mi recomendación es que tengas, al menos, un perfil en LinkedIn, la red profesional por excelencia que, bien trabajada, da fantásticos resultados a nivel de reconocimiento de marca personal y de oportunidades de trabajo.

Cuida la foto, el titular y crea una sección que se llama “acerca de” donde puedas explicar tu trayectoria, tus logros y tus objetivos en tu carrera profesional.

Cuida cada detalle para que cuando te busquen en la red y den con tu perfil de LinkedIn, éste refleje perfectamente lo que eres. Por eso tiene mucha importancia la foto de perfil. El truco es que pongas una fotografía que refleje exactamente la imagen que quieres dar cuando vas a una reunión importante, a una presentación de un informe, a una cita profesional muy importante.

Pero no solo la imagen que des con las fotos y la experiencia, con los estudios o las skills cuentan, sino que lo que compartes en Linkedin y con quién estás conectado, son puntos básicos de este trabajo para construir una identidad digital fuerte.

Dedica al menos una hora al día a buscar personas que puedan ser interesantes para tu red, por el contenido que comparten o por las posibilidades que puede darte de unirte a su red. Cuando las encuentres, acuérdate de comentar, recomendar o compartir sus publicaciones; es la manera de decir “ey, estoy aquí y sigo tu contenido”.

Cuando recibas peticiones de contacto profesional, valora si pueden aportar algo a tu red, a nivel de contactos o de contenidos y si no cumplen estos dos criterios, no las añadas.

Y dedica tiempo semanal a compartir. A postear esos artículos tan buenos sobre tu expertise que has localizado y que al subirlos a tu perfil de Linkedin, muestran un tu conocimiento sobre el tema. Utiliza al menos 3 hashtags para lograr mayor alcance y contesta los comentarios que hagan en tus publicaciones.

Utiliza la opción de “artículos” que ofrece Linkedin. Puedes tener tu propio blog dentro de esta red social profesional que te dará mucha visibilidad entre tus contactos y también, en la red de tus contactos.

Por último, visita de vez en cuando tu Social Selling Index en Linkedin, un marcador de cómo va tu trabajo de identidad digital en esta red que te puede servir para saber en qué puntos has de poner más foco para conseguir mejores resultados. En mi opinión, cualquier profesional digital debería estar por encima de los 65 puntos.

No trabajar la identidad digital es una irresponsabilidad, por dejar en manos de otros tu reputación y por dejar pasar una oportunidad que nos brinda internet de ampliar nuestro conocimiento y nuestras posibilidades de crecer profesionalmente.

Autor
Susana Lluna
Lluna Susana | Susana Lluna, consultora de estrategia digital y profesora de habilidades digitales
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